Los azulejos se mostraban impasibles, cómo si la historia no fuera con ellos. De hecho, no iba para nada con ellos. Pero ahí sentado en la fría e incómoda sala de espera del hospital buscaba inconscientemente algo de humanidad y acabé por fijarme en la pared. Eran de un color azul pálido triste, cómo no podía ser de otra forma. Me imaginé a la persona encargada de decidir el color de los azulejos de ese hospital indómito. Seguro que le debían presentar opciones mucho más alegres que el presente pero en un ataque de sentido común estúpido debió decir: “me quedo con éste que es sobrio y cuadra con el carácter institucional del hospital”. Menudo gilipollas pensé. Tuve claro que un color estridente y alegre no habría hecho mi espera más reconfortante o el desenlace menos doloroso pero seguro que no me hubieran dado ganas de zurrar al “encargado de escoger los azulejos”.
Cuando hube terminado mi análisis de la pared, me detuve visualmente en la máquina de vending. Emitía un zumbido leve pero suficiente para recordarte que estaba allí y que estabas tardando en no consumir. Estrategia de marketing pensé. Me acordé del gilipollas de los azulejos y esta vez lo visualicé seleccionando los vendings del hospital, dejándose querer por comerciales cutres con mocasines cutres y trajes cutres. Me indigné con la visión del gilipollas de los azulejos haciendo cálculos de la rentabilidad de cada puñetera máquina de vending, y a la vez veía cómo su panza incrementaba hasta niveles estratosféricos y su risa quebradiza pero indiscreta azotaba mi sien derecha.
De golpe vi a un hombre con un mono de trabajo que se detuvo delante de la máquina y la abrió con una llave maestra. Estuvo un par de minutos revisando y tocando las tripas del monstruo y de golpe el zumbido calló. Mi teoría de la estrategia de marketing a la basura. El hombre se fue por dónde vino y la curiosidad me asaltó. Me acerqué al otrora “monstruo” y ahora tan sólo dispensador de satisfacciones banales y fugaces. Me llamó poderosamente una pegatina que decía.” El dinero recaudado por estas máquinas del hospital se reinvierten en material del hospital”.
La vergüenza me hizo sentar. Aparté la mirada de todo que no fuera el suelo. Tenía miedo que al levantarla, la pared estuviera pintada de colores llamativos y con un slogan del tipo “don’t worry be happy”.
Por fin acepté que estaba aterrado.
A mí, un hospital con azulejos de colores claros y alegres me sentaría como patada en el culo. Sería como si en medio del percal alguien se estuviera burlando de mí. Prefiero tus azulejos azul pálido.
ResponderEliminarMe gustan estos relatos introspectivos.
Chapeau. Creo que es lo mejor que has escrito nunca.
ResponderEliminarSupongo que es algo innato en el ser humano eso de intentar enterrar algo que no nos gusta (en este caso ese miedo) bajo un puñado de cosas de nuestra propia factoria que no tienen la menos importancia...ni el menor fundamento.
ResponderEliminarMuy bueno el relato! Como todos los demás ^^
No sé por qué, pero acabo de recordar a Tom Hanks en "El Náufrago" :S:S:S:S
ResponderEliminar:/
Las paredes de los hospitales no cambian, por suerte o... desgracia.
Feliz semana!
Wilsoooooooooooooooooooon!!!!
ResponderEliminarSandler, es más fácil reconocer el cabreo que el sentimiento de miedo? No, imagino que lo fácil es confundirlos. De todos modos, en lo de los azulejos estoy de acuerdo: que los pongan blancos, que pegan con todo!
ResponderEliminarUna entrada magnífica. Besos, y feliz semana!
Aina; totalmente de acuerdo pero cuando uno está cabreado con el mundo pues nada le parece bien. Me alegro que te molen este tipo de relatos.
ResponderEliminarMorel; gracias. Tengo facilidad para hablar de azulejos.
Martha; veo que eres activa desde el primer día. Mola. Gracias. Supongo que cada uno reacciona al miedo de distinta forma.
Sweet; estaría bien que me contaras como has llegado a pensar en Wilson y el naúfrago. Estoy intrigado.
Lili;no creo que no se diera cuenta del miedo. Simplemente quería obviarlo y ese mensaje en la máquina se cargó su plan "antimiedo". Azulejos blancos son neutros pero aburridos!
Buen lunes a todos;)
La verdad que unos azulejos blancos y una pared azul resulta un tanto frío, pero, cuando un hospital ha sido acogedor?. Tratabas de protegerte ante lo desconocido, ante el dolor quizá y todo te resultaba hostil, cada uno lo versiona a su manera.
ResponderEliminarMe ha gustado el relato.
Saludos.
No he podido evitar curiosear un poco. Total, como tan sólo se dedica a asesinar inocentes gatitos... Creo que tendré que leer tus entradas con calma, porque estoy alterada y no me estoy enterando de mucho (nada ejem ejem) :) Saludines
ResponderEliminarYum; los hospitales son lugares asépticos sin más. Me alegro que te haya molado.
ResponderEliminarOdd Bu; bienvenida. Curiosea cuánto quieras y pregunta lo que no entiendas.
Saludos;)
:)
ResponderEliminarMuy bonito el relato Sandler. Me hace gracia como muchas veces se te comentan los relatos como si te hubiesen pasado a ti esas cosas. En ese caso serías un tipo más peculiar aún :D
Exter; la mayoría de lo que hay aquí por no decir todo es pura ficción,... aunque me reste peculiaridad;)
ResponderEliminarEste es el tipo de deducciones que NO le fallaban a Sherlock Holmes, tal vez unas lineas mas adelante apareciese el Dr. House.
ResponderEliminar***
Magnífico. Está claro que lo tuyo son los finales. Tengo que decirte, que no puedo contratarte como guionista prostituto de prados soleados, nos quitarías el copyright!
ResponderEliminarDe todas formas, no te creas todo lo que lees, seguro que ese dinero no va destinado a mejorar el hospital, es mentira.
Cuando yo estoy en una situación parecida a la tuya, tengo pensamientos igual o más profundos que tú (bueno, que el de la historia) y además me pongo a contar azulejos y a adivinar formas en las vetas de éstos.
Puedes llamarme loca.
Echo de menos la chispa de Lili.....
Me gusta acabar con un buen final, es la guinda del pastel. Prados soleados está muy bien cómo está, yo no tocaría nada.
ResponderEliminarDesde que le metieron un par de palos (y creo recordar que uno fue tuyo) en anteriores posts, Lili se muestra cauta, pero volverá,...la cabra siempre tira al monte;)
Espera, espera.....cuando la anónima esa la llamó infantil, mi comentario fue totalmente irónico, porque la anónima me pareció una gilipollas. Se puede decir gilipollas en tu blog?
ResponderEliminarY cuando estuvimos bromeando ella y yo de que discutíamos por un imberbe treintañero, creí que estaba claro que también era ironía.
Desde aquí quiero hacer un llamamiento:
LILI, POR FAVOR, SI TE OFENDIÓ ALGO QUE YO DIJE, TE RUEGO QUE ME LO DIGAS PORQUE DESDE YA, TE ASEGURO QUE FUE MALINTERPRETADO. NUNCA SOY BORDE APOSTA, TAN SÓLO EN MI BLOG Y CON LOS COMENTARISTAS QUE VISITAN Y COMENTAN PARA QUE TÚ LES DEVUELVAS LAS VISITA.
POR FAVOR, VUELVE A SER LA PRIMERA Y QUE LES DEN A TODOS LOS AMARGADOS POR EL OJETE!
GENTUZA GILIPOLLAS.......
jajaja que Joan es nombre de tío!
ResponderEliminarTambién hay un cerdo famoso que se llama Joan.....(jijiji)
ResponderEliminarLlegué a la vez que tú llegaste a mi blog y he de decirte que también me gusta, así que me quedo :)
ResponderEliminarEs una gran terapia fijarnos en todo lo que nos rodea para olvidar lo que nos preocupa.
Marta; welcome!
ResponderEliminarJajajajajaja!!!!! Maripili, eres guay!!! Cómo me iba a ofender nada de lo que tu dijeses? Cosas tienes, mujer! Y lo de pelearnos por Sandler..., si es lo mejor del blog! (con permiso de las entradas de Sandler, que son lo segundo mejor :P).
ResponderEliminarY yo insisto en que Joan es nombre de mujer, y que le gusta Sandler y se puso celosilla. Que se ponga a la cola :)
Muchos besos!!!!
PD.- Mi ligera y breve desaparición se debe a que me cambio de trabajo y estoy un poco liá. Ya os contaré....
touché
ResponderEliminarJajajaja! Joan, lo sabía! Chica, los celos es lo que tienen... :)
ResponderEliminarSandler, tic tac tic tac, piensa!
Para cuando una entrada?
besos!
perdon, un momento. aclaraciones:
ResponderEliminar-soy joan pero no el joan polemista, que no se quien es pero nos llamamos igual o quiso suplantarme
-touche me referia al post, muy bueno
-joan es nombre de tio en catalan. o sea que en mi caso, soy un tio.
-y no, no estoy celoso de nadie. mas bien muchas deberiais tener celos de mi porque fui compañero de piso de sandler durante casi 2 años. y si nenas, todas las mañanas le veia haciendo abdominales, oh yeah wtf omg..
salud
Joan.....pppppfffffff jajajajaajajajajajajajajajajajajajajaja
ResponderEliminarSíiiii nene síiiiiii tú sí que sabes lo que le gusta a una mujeeeeer!!!!!
encontrarse nada más despertar a otro tío apestando a oso y sudado mientras hace abdominales! jajajajajajajajajajajajaja
ay ay ay....que me parto.....
jajaja! qué bueno.
ResponderEliminarLili; ni idea de quien puede ser el primer "Joan" pero es más que probable que sea tío.
Joan; merci pel comment del post. Lo de verme por la mañana haciendo abdominales no puede ser más que mentira. Te recuerdo que tú te despertabas a las 9:30 de la mañana y yo a las 7:30,...
Pilis; nada más lejos de la realidad
explicación de la aclaración: si escribí la aclaración fue porque no tengo ganas de entrar con otro nick sólo porque alguien se llame igual o quiera suplantarme.
ResponderEliminarpor cierto, sandler no apesta a oso. sandler huele a oso. Y lo de sus abdominales..wah, no menosprecies lo que no has visto
Jajajaja!!! Joan, siento la confusión! Sí, entonces de celillos nada :) Para mí (que soy de Almería) Joan es Joan Collins, o Joan Crawford o algo así, de tía de toda la vida de dios!!!
ResponderEliminarSandler, abdominales???? Vaya...
Besos!!! Y al fin viernes, sí!
no pienso entrar en el tema de los abdominales,...tengo claramente todas las de perder:)
ResponderEliminarGracias Joan, seas del género que seas, y Sandler por esos maravillosos abdominales que dios te ha dado. Si los dos churumbeles que alimentas cada día los hubieras parido tú, esos abdominales ahora mismo serían historia.
ResponderEliminarEn un pasado, mi marido hacía abdominales cada día, y yo me ponía burraca viéndole, hasta que se le escapó un pedo. Desde ese día, no puedo pensar en un hombre haciendo abdominales sin partirme de la risa.
Prefiero las flexiones de brazos, además del sube y baja, el culo está apretao por lo que pueda pasar.....
De una forma o de otra, prefiero LA una-única abdominal prominente que tiene mi actual pareja.
Maripili, tú si que sabes, chica! Y ahora yo tampoco podré pensar en abdominales sin que me dé la risa :P
ResponderEliminarJoan, gracias por crear debate ni que sea a costa de mis (inexistentes) abdominales. Francamente, este chico es un profesional, le he contratado para generar tráfico y el tío tiene madera de Risto Mejide.
ResponderEliminarApúntate una birra en tu casillero.
Os dejo que me espera la comida de navidad de la empresa, mmmm!
La entrada me ha encantado, y me había creído todas las suposiciones del miedoso cabreado por estarlo...Así que ha sido toda una lección.
ResponderEliminarPero los comentarios? los comentarios son geniales.
Pili, Lili, Tu, Joan con su entrada estelar.
Sois todos geniales!
jajaja!
LA espera da para mucho y ese flujo de pensamiento que tiene este personaje con el que eligió los azulejos es genial, la verdad, y luego asociándolo con el del vending y esos comerciales con mocasines cutres y trajes cutres... imagen que cala jajjaja buenísimo!!!
ResponderEliminarCelia; Joan crea siempre mucho debate y solía tener un éxito hipnotizador con las chatis (cómo las llama él)así que no me extraña que el nivel de los comments haya sido bueno.
ResponderEliminarSigrid; la idea de los comerciales cutres le da grima a todo el mundo, es curioso, jajaja. Merci por pasarte.
Saludos.