El ruido del ascensor al subir. El ruido del ascensor al bajar. El ruido del ascensor cuando alguien abría sus puertas. Cuando las cerraba. Esos fueron durante largos años mis compañeros de sueños y vigilias de madrugada. Nada especial ni incómodo. Estaba plenamente acostumbrado a ello. De hecho, cuando alguna vez había dormido fuera, el no ruido me inquietaba y me dificultaba la conciliación del sueño.
Mi habitación era interior y daba a un pequeño patio de luces y una de las paredes colindaba con el mecanismo del ascensor. Al ser un patio de luces relativamente estrecho te brindaba la opción de saber qué ocurría en casas ajenas. Los Gómez siempre sufrieron por la sordera del padre, el cual era aficionado a la copla y los toros, dando rienda suelta a sus aficiones a unos decibelios decididamente excesivos. Luego estaban los Antúnez, gente honrada y de buena pasta hasta que su adorada Mariola decidió liarse con un macarra. Las discusiones fueron ya parte del menú. Y mi preferida, la Sra. Remedios, esa que decía a los cuatro vientos “gracias a mi, muchos matrimonios todavía duran”.
Hoy he leído en el periódico que han derribado el edificio de la calle Principal número siete. El edificio dónde viví hasta que decidí recorrer mundo con mi cámara a cuestas. Lo bueno es que lo han tirado para levantar un cine y eso mira tú por donde me hace ilusión.
Como odio el ruidito del mecanismo del ascensor...
ResponderEliminarmenos mal que yo solo lo escuchaba los fines de semana.
UYyy "LA SRA. REMEI..." que vecina mas "alegre"
Petons...
Celia; qué grande era la Sra. Remei;)
EliminarJajajajaja, jo, me ha encantado! :D (y me ha recordado al ruido de ascensor de la antigua casa de mis abuelos donde tantas noches pasé de pequeña ^^)
ResponderEliminarExter; me alegro que te haya gustado. La mayoría tenemos el ruido del ascensor grabado por ahí en el subconsciente,...
EliminarYo conozco las pisadas de mis vecinos: sé si es la cotorra del B, el señor mayor un poco cojo y siempre borracho del A o el chico joven del D. Y siempre sé cuando es JC. Y a veces incluso soy capaz de adivinar de qué carácter llega la cotorra del A: si anda rápido, trae un cabreo de narices y es genial :-). Pero no, yo cotilla no soy.
ResponderEliminarBesos, guapo, y feliz semana!!!
Lili; por deducción vives en el C. Todos somos cotillas con nuestros vecinos,...
Eliminarque listo es este chico...
EliminarSiempre ahí, deductivo y sagaz!!! :D
EliminarMenos cachondeíllo, jajaja!
EliminarYo creo que, al ruído del ascensor, ya no lo oigo. Ni al camión de la basura de las 3:00am, ni los motores de lops coches acelerando.
ResponderEliminarAina; veo que ya los has interiorizado, buena opción!
EliminarDuermo en off total... como los vampiros. Un cine siempre es bienvenido;)
ResponderEliminarMarina; qué suerte. Yo tengo el sueño bastante ligero,...sobretodo desde que tengo enanos. Los cines son siempre bienvenidos!!
EliminarYo también reconocía a la persona de mi familia que llegaba tan sólo por el ruido que hacía la puerta del ascensor. Lo malo fue el día que el oído me falló por estar "en otras cosas" y tuve que meter a mi novio en el armario.
ResponderEliminarPilis; bueno verte por aquí. Que levante la mano el que no haya tenido que esconder a su novio/a, ligue o lo que sea en el armario en un momento dado!
EliminarCreo que ya me he puesto al día. Gracias por esperarme y darme la bienvenida.
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