jueves, 31 de marzo de 2011

un nuevo cubata

Vuelo de vuelta a Barcelona desde Sevilla. Martes por la tarde.
El aeropuerto lo recordaba diferente. Supongo que en los 11 años que han pasado entre mi anterior visita a la capital hispalense y la de ahora, es posible que hayan remodelado el aeropuerto. De todas formas, es un aeropuerto pequeño.
No hay retrasos. Bien. Entro en el avión y me siento en la primera fila de todas, no es business porque en Vueling no hay de eso. Aunque el espacio, sin duda, es mayor.
Primera sorpresa, un perro negro estirado a los pies de su dueño. Desde cuándo dejan subir a los perros a los aviones? “Piensa, seguro que hay un motivo”- me digo. Su dueño es ciego, pienso al cabo de un par de segundos. Bingo, mi compañero de viaje es invidente pero se le ve muy tranquilo y acostumbrado a volar. Al perro también.
Segunda sorpresa. “Les habla el sobrecargo García (nunca he entendido lo del nombre de sobrecargo), debido a un problema técnico, este vuelo estará operado por Calima y no por Vueling. “Calima? No lo he oído en mi vida. Tiene nombre de cubata. Una calima-cola, por favor”. Todo ok, sin sobresaltos.
Tercera sorpresa. Una de las azafatas era Inma Mayol y si no lo era, era su hermana gemela, era clavada. Me di cuenta que no debía ser ella cuando mezcló la basura, una lata con un cartón, eso no es ecológico…aunque como es política bien podría haber sido ella.
Lo dicho, un Calima Cola por favor!

martes, 22 de marzo de 2011

Un Hasta Luego

Hierba recién cortada.
Ese olor inconfundible es el que más añoro de todos, incluso más que el de la brisa marina o el de la gasolina. Y eso que de joven lo llegué a aborrecer ya que mi madre me obligaba a cortar el césped cada viernes por la tarde cuando llegaba de la escuela. Recuerdo que guardábamos la máquina en la caseta del jardín junto a otros trastos, cemento, ladrillos.

Mil doscientos quince.
Ese es el número de ladrillos que tiene mi celda. Los he contado millones de veces para matar el rato. A ojo de buen cubero, miden veinte centímetros de largo y diez de ancho. Antaño, fueron nuevos pero la degradada capa de pintura blanca marca el inexorable paso del tiempo.

El tiempo.
Sin duda, el tiempo es el enemigo más duro con el que uno se pueda enfrentar. Es consistente ya que siempre está ahí, no te deja ni a sol ni a sombra (aunque en mi caso estaríamos hablando de poco sol por no decir nada). Es coherente e inflexible, todos los minutos duran lo mismo, al igual que las horas y los días. Es traidor porque, de vez en cuando, te puede parecer que te ofrece una tregua pero es un espejismo, el rayo de luz al final del túnel se esfuma de nuevo.

Luz.
Una bombilla pende de un triste hilo colgado del techo. Vivo en una penumbra casi constante en invierno e intermitente en verano. Cada vez que un compañero de corredor nos abandona la luz de la bombilla emite un pequeño destello seguido de una vibración eléctrica que a mí, veinte años después, me sigue estremeciendo. Es el adiós de un compañero y la certeza que tu día está más cercano. La lista se acorta. Hay quien dice que este fenómeno tiene algo de poético.

La poesía es amor, alegría, tristeza, pasión, dolor, sufrimiento, indiferencia, encuentros y un hasta luego.

Yo he amado, he reído, he llorado, me han querido, he herido y me han herido, he sufrido, me han ignorado, he hallado.

Hasta luego.

jueves, 10 de marzo de 2011

BB y Iphones

Vaya por delante que no soy fan de la tecnología. Uso la estrictamente necesaria para mi vida cotidiana (ordenador, tv, móvil, Internet) pero en dosis más bien bajas. Ejemplo de ello es que tengo un GPS que me regalaron con el coche y no lo he usado, suelo tirar de vía michelín. No soporto tener que leer manuales de instrucciones.

Blackberry y Iphone.

No discutiré la utilidad de la primera en ámbitos laborales ni la calidad de las imágenes de la segunda. Son buenas herramientas las dos. Entiendo que su uso se haya extendido entre los autónomos, gente que viaja a menudo por motivos profesionales y necesita ver los mails en tiempo lo más real posible.

Pero…siempre hay un pero. Hay cosas que no entiendo. Yo, voy en tren y en él hay muchos estudiantes de entre 14-19 años. Y no os miento si más del 80% de ellos tiene una Blackberry. Eng? Para qué?

Segunda cosa que no entiendo y a ver quién me la explica. Diría que el Iphone está más extendido en personas más allá de los 30 años (datos anda verídicos, sólo me baso en mis observaciones). Conozco a gente que está en el paro y que tiene un Iphone. Eng? No entiendo nada? Es posible que lo tuvieran antes de quedarse en paro, no digo que no, pero sin duda me choca.

Supongo que es parecido a sucedido con la aparición de los primeros móviles, lo veía algo totalmente innecesario y ahora es algo imprescindible. De todas formas, sigo pensando que en España tenemos unos coches, relojes, vida social, smartphones que no se corresponden con la realidad.

No es una crítica, tan sólo una reflexión. Creo que cada uno debería hacer autocrítica, empezando claro está por un servidor.

miércoles, 2 de marzo de 2011

10 cosas imprescindibles que me faltan


1)Haber viajado/estado por los cinco continentes. Me faltan Asia y Oceanía.
2)Aprender otro idioma pero uno de los chungos de verdad rollo chino, ruso o japonés.
3)Viajar en globo, debe ser la bomba ver todo desde una cesta de mimbre a tanta altura!
4)Submarinismo. Buceé en Croacia pero fue muy light aunque guardo un gran recuerdo.
5)Ser un maestro de la paella. El risotto es mi especialidad pero nunca me he adentrado en el mundo de la paella y me tienta.
6)Abrir un negocio o algo propio. Grande o pequeño, sooner or later pero “algo mío”.
7)Completar el ciclo de “fiestones del mundo” con la tropa. Este año me pierdo el aniversario de la Reina en Amsterdam pero quiero estar en la Oktoberfest en Munich.
8)Llevar a Hans y a Tim al Camp Nou. Impagable!
9)Navegar una semana en un crucero a vela. Esto sí que sí que lo quiero hacer.
10)Comprarme una menorquina y salir a pescar. Esto sí que sí que lo haré ( o no).