jueves, 23 de agosto de 2012

Las noches del círculo polar

Así es como lo suelo llamar, “noches del círculo polar”. Sufro del mal de las noches del círculo,…Me da igual si es el ártico o el antártico. El primero situado en la latitud 66º 33’ 44’’N y el segundo idéntico pero en vez de estar en el norte está en el sur.


Mi mujer lo llama insomnio pero no es eso, es más profundo. Las noches que visito el círculo polar son noches largas e intensas y me dejan extenuado. Nunca sé si hoy voy a viajar al círculo o no. He pasado épocas en que las noches se sucedían sin parar, lo cual me dejó muy mermado físicamente y otras, en cambio, donde el sueño ha sido largo y reparador.

Es cierto que en esas noches padezco insomnio pero también me comunico con osos polares en un idioma extraño pero que parece que domino a la perfección. Suele hacer frío pero en cambio me deslizo por el hielo en pijama y no me congelo.

He vivido experiencias raras pero increíbles. Recuerdo la noche que me nombraron Primer Ministro del Círculo Polar. Fue una noche especial, Kunju me cedió el testigo pero a la noche siguiente sufrí un devastador golpe de estado por parte de Kinjean. Él alegó dejación de mis funciones. De forma especial, recuerdo el fin de semana de la trucha humana de hace ya varios años. Es una tradición ancestral dónde todos los seres y amantes del círculo polar salen a pescar. Hacemos un agujero en el hielo lo suficientemente grande para poder sacar las capturas. Ponemos el cebo, yo suelo usar billetes de dólar americano y yuanes. Tengo comprobado que las truchas humanas pican más con esta combinación. Son truchas normales pero en vez de cara de pez tienen cara de humano y cuando pican balbucean. Cuando sacas el anzuelo te insultan por haberles pescado pero entonces les damos con el mortero y se callan. Recuerdo ese año porque me alcé con el premio a la mejor pieza.

Al principio, me divertían este tipo de experiencias pero ahora ya no. Mi psicoanalista dice que sufro no sé qué trastorno cognitivo y que con la edad se me irá acentuando. La verdad es que cuando me tumbo en su consulta y le escucho hablar no puedo para de pensar en su cara y su bigote. Tiene cara de morsa.