miércoles, 7 de marzo de 2012

el bar de la estación

Habían quedado en encontrarse en el bar de la estación. Un sitio poco ostentoso y que no llamase la atención. Ella llegaba en el tren de las 8 de la tarde. Él llegaría caminando desde el centro tomando todas las precauciones posibles. Nunca habían hablado en persona pero mantenían una relación especial. Sabían que lo que iban a hacer iba en contra de toda moral y ética. Aún y así los dos lo tenían decidido.

Él había imaginado las primeras palabras e impresiones del encuentro y había recreado una conversación en su mente. Había valorado todos los pros y todos los contras, había indagado y explorado todos los ángulos posibles. Pese a tener el convencimiento de lo que iba a hacer, no podía evitar que la sombra del remordimiento caminase a su lado.

Ella era una persona más pragmática, si algo le apetecía lo hacía sin reparar en exceso en posibles consecuencias posteriores. Eso le había provocado algún que otro contratiempo en el pasado pero eso no la detenía ya que su día a día compensaba esos problemas puntuales. Ella había investigado y conseguido información sobre él. Le gustaba saber el terreno que pisaba.

Pasaban dos minutos de la hora marcada y él estaba apoyado en la barra tomando una tónica. Sabía que no debía mirar a la puerta de forma directa, así que lo hacía a través de un espejo de la pared de la barra. Ella había aprovechado y se había dirigido al lavabo. Decidió que debía darse los últimos retoques. Barra de labios y rimel.

Entró pasados siete minutos. Sabía que si dejaba pasar otros tres minutos más, corría el riesgo de que él se hubiera marchado. Cruzaron las miradas en el espejo de la barra. Pese a no haberse visto jamás, los dos sabían que el otro era quien debía ser.

Ella se sentó en una mesa opuesta a la gran cristalera que daba a la estación. Pasados dos minutos, él pagó y pasó al lado de su mesa. Ella dejó caer sutilmente su bolso. Él se paró, se agachó, lo recogió, sonrió, se lo dio y reemprendió la marcha. Todo en cuestión de segundos.

Misión cumplida. El loro está en la jaula.

14 comentarios:

  1. Jo, me has pillado, esperaba un encuento más romántico. Qué manera de malgastar rimmel.

    ResponderEliminar
  2. Jooooo! yo con lo identificadísima que me estaba sintiendo... esto es un post interruptus total!

    ResponderEliminar
  3. Aina; esa era precisamente la idea. Veo que ha salido bien!

    Celia; quería ver y comprobar cómo muchas veces imaginamos el resto de la historia tan sólo con las primeras frases,...y ha funcionado.

    Pilis; segundas partes nunca fueron buenas!

    Saludos;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mira, en eso te doy la razón, segundas partes nunca fueron buenas, pero a todos nos has dejado con la miel en los labios, y como cojas fama de "no saber terminar lo que empiezas", serás repudiado por el lado femenino de la blogosfera, no te digo más.

      Eliminar
    2. Pilis; creo que me ha salido bien! La intención era crear suspense para luego acabar con algo inesperado. No creo que sea un caso de no saber terminar lo que se empieza. Siempre es mejor acabar con la miel en los labios (buen sabor de boca), que no con una segunda parte forzada con gusto a refrito de bar de carretera.

      Eliminar
  4. ¿El loro está en la jaula?... ohhh que decepción... la mente siempre viaja a la velocidad de la luz;)

    ResponderEliminar
  5. Marina; el loro os la ha jugado,...

    ResponderEliminar
  6. Muahahahaha! sabía que nos la ibas a jugar, te tengo calado!

    Venía un poco ofuscada del curro y he decidido que el no tener tiempo para los blogs debía dejar de tener vigencia durante un ratito, para leer un relatillo, y he venido al lugar donde sé que están. Me ha gustado mucho, como de costumbre :) Ains, me voy a dormir, buenas noches Sr. Sandler.

    ResponderEliminar
  7. Exter; tu me calaste desde el minuto 1 creo. Me alegro mucho que te haya gustado y como de costumbre se agardecen mucho tus comentarios positivos. Buenos dias; Sra Exter!

    ResponderEliminar
  8. Pues yo despiste total!!! Pensé que era un encuentro romántico, y no concibo que me la cueles: si siempre le das la vuelta al final! No aprendo... :))).
    Besossss, guapo! Y feliz viernes!!!

    ResponderEliminar
  9. Muy bueno. Además dejas entrever algunos detalles del intercambio de manera sutil, como que es él quien traiciona a sus jefes y le proporciona información a ella (¿tal vez una grabación?), y que ella es más profesional.

    ResponderEliminar
  10. Estoy con Tarambana jajaja a ella es sutil y sofisticada jajaja Me ha gustado mucho, aunque como por ahí arriba se dice... me esperaba una cita a ciegas.!!! Un besote!

    ResponderEliminar
  11. Lili; es divertido darle un giro final a las historias. Y sí, algo despistadilla sí ibas,...

    Tarambana; gracias!!! Ella es más femenina, más sutil no tan torpe pero también con menos cargo de conciencia.

    A Solas; me alegro que te haya gustado y seguro que tarde o temprano escribo sobre una cita a ciegas.

    Feliz lunes a tod@s.

    ResponderEliminar