miércoles, 3 de octubre de 2007

tiempos de camaleones y libélulas

Estamos en pleno estreno del otoño, es una época del año que me gusta y mucho.
Me gusta porque mi santo (que es hoy día 3 de octubre; por cierto felicidades al Capitán Smith) y mi cumple se hallan alojados en esta estación.
Me gusta porque es una época de cambios, o al menos de buenos propósitos. En mi opinión, en el mundo hay dos tipos de personas los que se proponen los cambios a principios de año (enero) y los que lo hacemos al volver de verano. Yo soy de éstos.
Efectivamente, la temperatura cambia a mejor (menos calor), vuelve la Champions, redescubres las viejas costumbres de la "city", el café de los sábados por la mañana con la prensa en las manos, el cine de los domingos por la tarde, el postre a "ca la sogre".
Adicionalmente, ahora estoy inmerso en un cambio brusco, intenso, radical. Algunos (creo que todos) lo sabéis porque no he parado de repetirlo, me cambio de trabajo. El jueves próximo termina mi etapa de auditor, horarios intempestivos, polígonos de mala muerte, inventarios a -25ºC contando barritas de pescado,...en fin una vida dura. Me voy a trabajar a Caixa Catalunya, buen sueldo, buen horario, paso a mejor vida.

En fin, tiempos de camaleones y libélulas.

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