lunes, 19 de septiembre de 2011

cambio de armario

Café recién hecho con su olor característico colándose por el agujero de la escalera.
La brisa fresca que entra en casa por la ventana. Los días todavía languidecen pero muestran ya los primeros síntomas de un verano que se seca.

Juan coge su gabardina del ropero y el paraguas. “Nunca se sabe”-piensa en su fuero interno. El día ha amanecido espeso de esos que invitan a coger el jersey y los calcetines.

Él es hombre de costumbres. Este fin de semana a la vista de las predicciones ha hecho el cambio de armario. Adiós a las chanclas, pantalones cortos y risas en la playa. Se ha despedido de los chiringuitos y los baños nocturnos en el mar. Ni qué decir tiene que ha guardado a buen recaudo los instantes fugaces pero intensos con Lucía este verano. El cajón ha aguantado el peso pero no hay espacio para nada más.

Él es hombre otoñal. Tiene días alegres con momentos de inmensa melancolía. Nada grave pero es su sello personal. Su caminar es tranquilo, cansino incluso. Se podría decir que acaricia las hojas que pueblan el suelo a su paso. Sopa para cenar, una copa de vino en la cena y castañas de postre.

Hoy el día es de otoño. Mañana ya veremos.

6 comentarios:

  1. Como se nota que eres de Barna.. ha amanecido fresquito fresquito.. iremos sacando las medias y los calcetines.:-)

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  2. Sí, ya se acerca el otoño... Despacito. Me estaba comenzando a preocupar y pensaba que quizás... quizás este año no lo veríamos.
    Y para mí, no tener otoño, hubiera sido todo un trauma ;o)
    Gracias por la visita!
    Vero

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  3. correcto...hoy en Barna hacía fresquito, fresquito!

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  4. pues yo soy otoñal como Juan. Hacer el cambio de armario me encanta!!!! sobretodo desde que me he separado y ya no tengo que hacer cambio de armario, porque me sobra sitio por todos lados y lo único que tengo que hacer es abrir la puerta de la derecha en lugar de la de la izquierda...YUPIIIIIIIIII!!!!!!!

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  5. Da la sensación de que Juan está deseando que llegue el otoño, la estación que más se parece a él, para sentirse seguro. ¿Quizás el verano es demasiado inesperado y ve la nueva estación como la certeza de la rutina?
    Me ha gustado mucho.

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