Jack abrió un ojo. No le costó. Estaba tumbado y muy relajado. Estaba dentro de un enorme balón de playa lleno de oxígeno puro. No sabía cómo había llegado hasta ahí, ni cuánto llevaba. Pero estaba relajado.
Estirado sobre un balancín futurista y de un compuesto desconocido para él. Ladeó la cara a la derecha y vio una enorme cremallera que le permitía salir al exterior. No lo hizo, ni siquiera le pasó por la cabeza esa opción. Volvió a su posición anterior. Cerró el ojo e hizo lo que mejor sabía hacer, dejar la mente en blanco.
Las imágenes se agolpaban en su cerebro pero, de nuevo, se hallaba relajado. Situaciones inconexas, gente conocida mezclada con seres desconocidos, y de fondo una suave melodía sonando. Nada tenía sentido pero todo parecía cobrar vida. Se le escapó una sonrisa. Tenía una ligera sensación de frío pero era tan imperceptible que no le molestaba. Pensó que era consecuencia de estar bajo las influencias del oxígeno puro y el hecho de llevar el torso al descubierto multiplicaba esa sensación.
Dormitaba, y abría el ojo. Lo cerraba y de vuelta las imágenes.
Había perdido completamente la noción del tiempo.
Bien, bien. Me ha gustado.
ResponderEliminarQuiero pasar un par de días en ese balón, despreocupada y feliz (pero creo que yo sí desearía salir fuera con el tiempo).
ResponderEliminarUn beso
Pues un balón así me lo pido yo para determinados días.
ResponderEliminarMe gusta tu relato.
Jooooooooooo yo quiero! quiero ese balon!
ResponderEliminarsmuaks!
Creo que ese balón, va a ser el regalo más solicitado estas navidades, habrá que ir avisando a los Reyes Magos.
ResponderEliminarMe lo pido..
ResponderEliminarEstá totalmente intoxicado, de seguir así es posible que no despierte.
ResponderEliminaryo he estado en ese balón este fin de semana y mola...mola mucho!!! Obviamente, le he echado algo de salsa al relato pero sí perdí la noción del tiempo!!
ResponderEliminarBien bueno si señor.
ResponderEliminarVenga ya, ¿ese balón existe? ¿Dónde está? Es que contigo nunca se sabe donde está el límite con la ficción :)
ResponderEliminarDivina; gracias y bienvenida.
ResponderEliminarLili; pero que desconfiada eres! este balón está en un hotel de barcelona. Es una de las cosas que ofrecen como parte de su oferta "Spa". La verdad es que mola!!
Vaya, Sandler, Barcelona me pilla un poco lejos... ¿Sabes que la última vez que estuvimos fue cuando un loco incendió las ropas del curilla en la Sagrada Familia? JC y yo madrugamos, nos chupamos hora y media de cola, acabábamos de coger las audioguías y estábamos mirando la fachada nueva (la que no es de Gaudí) cuando empezó a salir humo. Nos desalojaron y nos quedamos sin verla por dentro, por lo que tenemos que volver, y pronto. Cuando vayamos, te pediré datos de ese spá. Y no soy desconfiada, es sólo que no me fio :) Más besos!!!
ResponderEliminarok, dicho y hecho!
ResponderEliminarCurioso relato. Me ha gustado, me ha metido muy bien en situación, casi como si lo estuviera viendo. Y da esa sensación de futurista que mola mucho.
ResponderEliminaryo quiero aprender a dejar la mente en blanco. Y necesito un balón de oxígeno. Vamos, que tu relato me vendría al pelo ;)
ResponderEliminarTarambana; es que el balón tenía un aire futurista muy chulo! mola ver que he sido capaz de transmitirlo.
ResponderEliminarSrta Sunshine; dejar la mente en blanco? yo juraría que algunas veces soy capaz de hacerlo. Mi mujer no se lo cree aunque diré que no son demasiadas veces las que me ha pasado y jamás he dicho "voy a dejar la mente en blanco" y pas me ha salido; más bien diría que sale sólo.
Bienvenidos!