viernes, 26 de octubre de 2012

Cambio de hora

Llega tarde, han pasado ya quince minutos de la hora prevista. Llueve y la gabardina está algo raída y la humedad está empezando a calar. Debí coger el paraguas, ese pequeño y compacto que me da un aire distinguido. Pero con las prisas ya se sabe y, al final, para nada. Ahora que lo pienso no está tan buena y además le huele ligeramente el aliento a ajo. Y su conversación es pesada. Estoy de su whatsapp hasta las pelotas. Y para colmo, todavía no me la he pinchado y ya hace mes y medio que la conozco.


Bah paso, me voy a tomar unas birras y que le den.

12 comentarios:

  1. Bueno, no tenía muchas cosas a su favor.

    Seguramente, ambos agradeceréis que uno de los dos no tenga el reloj en hora.

    ResponderEliminar
  2. Seguro q se entretuvo cepillandose los dientes

    ResponderEliminar
  3. Post muy misógino que raramente no ha levantado críticas de tu legión de huríes.

    ResponderEliminar
  4. Respuestas
    1. Speedy; estoy contigo, es raro. Tiene pinta de excusa barata para irse tomar unas cañas.

      Eliminar
  5. Creo, según me dicen, que ella tampoco acudió a la cita; de modo que lo de las birras debió aprovecharle bastante al vampiro. Aunque creo que le surgió un brote de celos cuando la vio por la ventana acompañada de un compadre suyo; nunca se sabe, a pesar de que los besos puedan saber a ajo.

    Salud con doble malta.

    ResponderEliminar
  6. Ohhh, por quince minutos te piras? Hombre de poca paciencia... :-P

    Un beso!

    Pd.- Diferencia entre divertido, interesante y guay? Yo me quedo con guay, pero sólo porque es más guay... ;-)

    ResponderEliminar