martes, 30 de octubre de 2012

Rendija


Ya no sé cuánto hace. Debí perderla cuenta pasados cuatro o cinco meses de llegar aquí. Y de eso hace ya bastante. En un principio, empecé con el sistema de los palitos en la pared. Cada día uno. Llegó un momento que ignoraba si lo había marcado. Ahí empecé a comprender la magnitud del problema.
A menudo no era capaz de distinguir el día y la noche. Mis biorritmos ya no servían de brújula. El galopante entumecimiento de mis músculos se unió a un drástico cambio en la dieta, en mis hábitos. Acostumbrado a tener la mente ocupada con cosas del día a día, mis cosas, empecé a ejercitar mi memoria con una de mis mejores armas, el cálculo mental. Sirvió para retrasar el declive pero más temprano que tarde padecí una pérdida progresiva de mi habilidad calculadora.

Lo único que me mantenía a flote era una pequeña rendija entre dos tablones robustos de madera que habían puesto para tapar la única ventana que daba al exterior. Era lo suficientemente grande para dejar entrar un rayo de sol en los días de invierno que, sin duda, aportaba calidez a ese lúgubre cuartucho. Me imaginaba paseando sin destino fijo, tan sólo siguiendo el camino marcado por mis pies. Delicioso.

14 comentarios:

  1. Esto es como cuando tienes sed y sueñas con el agua. El cuerpo siempre habla y reclama.
    Muy bonito.
    Besos.

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    1. Ohma; el problema está cuando no sabes si el cuerpo habla o simplemente te has vuelto loco. Pero bonita comparación!

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  2. Por una rendija puede entrar toda la luz del mundo si estamos abiertos a recibirla...
    Impresionante relato...

    Saludos azules desde mis mareas que esperan...

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    1. Alga; gracias por tus palabras pero no creo que sea un relato impresionante. De todas maneras, agradezco el comment.

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  3. Mira esto de rendija me ha sugerido un título para mi próximo post: sabandija.

    (comentario de calidad)

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    1. Morel; "eres una sabandija asquerosa". Esta frase la he oído en alguna peli pero no recuerdo cual. Estaremos atentos a tu post.

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  4. Me ha recordado un poco al "Conde de Montecristo" mezclado con Jaimie Lannister en las mazmorras de Aguas dulces. :-)

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    1. Stuffen; gran halago el de ser comparado (ni que sea levemente) al conde de Montecristo,...aunque esté a años luz!

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  5. Una rendija como tabla de salvación, como argumento para el instinto de supervivencia, como aliento para la esperanza. Verse en una de esas debe ser terrible, a veces me lo he imaginado. Has acertado de lleno en el encuadre de la posición de esos ojos.

    Saludos de libertad.

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    1. Clochard; creo que en estos casos dramáticos uno se aferra a lo que haya por pequeño que sea,...
      un brindis;)

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  6. Hola, chico guapo!!!

    Creo que a tu protagonista le habría sido más útil una imaginación desbordante que el cálculo mental: mucho mejor para escapar de cualquier agujero ;-)

    Un beso grandísimo!!!

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    1. Lili; pues supongo que le hubiera ido mejor pero cada cual tiene sus métodos...
      Genial verte por aquí de nuevo.

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  7. Guau! sí, imagino que cuando pierdes la chola la única solución es dejarte llevar.
    Deberíamos dejarnos llevar también cuando "supuestamente" aún mantenemos la chola en su sitio, no?
    Vale, lo dejo, para desvariar ya te tenemos a ti...y a lili cuando se convierte en no sé quién!

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  8. La imaginació sempre sempre al poder. I quin poder!

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