lunes, 18 de marzo de 2013

La culpa, de la LOGSE

Nunca pensé que ése día sería el inicio del fin. De hecho, recuerdo nítidamente pensar, ese mismo día de autos, que era la persona más afortunada del mundo después de gente como Faemino y Cansado o el Wyoming (gente que es capaz de descojonarse en el curro y les pagan a final de mes).


Ese día fui informado que me habían seleccionado para el puesto de probador de helados cremosos de Frigo. No cabía en mí de gozo e ilusión. Después de años de soportar las típicas coletillas de “sin estudiar no se llega a nada” o “el día menos pensado te veremos en el metro pidiendo limosna”, ahora podía hacer frente a mis acreedores morales y decirles, tengo un curro. Un curro que mola más que el vuestro y dónde voy a triunfar. Soy el puto master del universo del helado cremoso. Cada vez que os comáis un helado, recordaréis mi nombre. Cada uno de esos postres dulces que os zampéis, engrosarán mi cuenta.

Vale, me flipé un poco. Lo admito. El primer día de curro, me hicieron vestir de blanco con una bata y unos pantalones (un poco mariquilla pensé) pero no dije nada. La guinda vino con el gorrito. ¿En serio me tengo que poner este gorrito de “Srta Francis en plena ducha de los domingos” (vamos hombre, esto acaba con el sex-appeal de cualquier tío incluso cuatro horas después de haber salido del curro)?.

Accedí. Pensé que tan sólo era una piedrecilla en el zapato. Perdón, zueco y encima blanco. Sin comentarios. Si mis acreedores emocionales me vieran se descojonarían en el minuto uno.

A lo que iba, siempre pensé que sería capaz de combinar y crear gustos increíbles. Error, los gustos se deciden en un comité de tendencias. ¿Perdón? Aha, como los leéis, los probadores tenemos poco qué decir ya que las tendencias del mercado de helados están altamente relacionadas con las de la moda, la bolsa y el fútbol. Paso, no esperéis que os explique los links.

Tan sólo deciros, que he engordado mis buenos veinte kilos y mi azúcar en sangre está a punto de ser sangre en azúcar. Y para traca final, hoy leo: “Frigo reconoce haber usado semen de caballo para la mayoría de sus helados cremosos por su alta viscosidad y rico en azúcares saturados”.

Vomitera ipso facto, y el primer pensamiento que me viene es “varios polos o helados cremosos cilíndricos al día más semen de caballo=….niño, mejor haber estudiado”.

La culpa es de la LOGSE.

7 comentarios:

  1. Ohhhhhhhhhhhh!!!! Jajajajaja!!! No me extraña que te fliparas, es el mejor trabajo del mundo después de lucidor de ropa de Zara :-P.
    Lo de la cosa esa de los caballos..., argh! Me saco las tripas y las pongo debajo del grifo, queascopordios!

    Besos!!!

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    1. Liah; lo del gorrito debo reconocer que me superó y lo de los caballos,...me remató!

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    2. Lo del gorrito, jajaja. Y los zuecos blancos??? Todo el calzado blanco debería estar prohibido! (menos las zapatillas de deporte, eso sí mola en blanco).

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  2. Jojojojojojo, qué retorcido! :D muy bueno nene jajajajajajajajajajaja

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    1. Rune; intuía que te gustaría, por lo retorcido del tema.

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  3. Lo iba a leer una segunda vez, ya que la primera fue a las 9 de la mañana cuando abrí tu página, y se me subió a la garganta hasta la bilis...de lo poco que recuerdo solo puedo decirte, lávate la boca por diooooos!!!
    Besitos

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    1. Campanilla; hay posts más agradables que otros, eso está claro pero tan sólo quería dejar claro el hartazgo que tengo con el hecho que cada día salga algún producto con carne de caballo, uña de cefálopodo o pelillos de cangrejo,...
      veo que he conseguido el objetivo, jaja.

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