viernes, 1 de marzo de 2013

Spy Game

Una moneda con la cara de Franco. Dios, qué recuerdos. Una goma de pollo que ciertamente ha perdido su característica básica, la elasticidad. La esquina de una hoja de un cómic que no consigo identificar pero que a juzgar por el amarillo del papel tiene más de quince años. Migas de pan fosilizadas que se juntan con la mugre habitual del suelo de los coches. Ahí, embutido entre los asientos de la segunda y tercera fila del Patrol, tan sólo alcanzo a pedir que por favor no haya un condón usado en vías de momificación. Eso sería a todas luces asqueroso. El simple hecho de pensar en ello me revuelve el estómago y recurro a hundir la nariz en mi jersey en busca de un olor que me permita desactivar los pasos previos al vómito.


Nunca pensé que espiar fuera tan aburrido. A menudo soñaba con descubrir grandes engaños que me encumbrarían a las portadas de los periódicos. Ser el chivo expiatorio que desmantela un gran complot internacional. Ah, qué grande ser espía, pensaba.

El día que fui a escoger qué hacer después del COU, no encontré la carrera o los estudios de espía. Raro, me dije. Pregunté en secretaría y la siempre amable funcionaria, me preguntó simplemente si yo leía muchos cómics y siguió a lo suyo. Sin mucha alegría, busqué algo que se pareciera. Descarté Física, Matemáticas y Filología Portuguesa por causas obvias. Sopesé Derecho y Económicas ya que me podían servir de base para descubrir pufos. Pero no. Estudié la opción de INEF pero cuando vi que Esgrima era una asignatura troncal me imaginé ridículamente vestido con el florete y como que no. El rato pasaba y claramente las opciones se perdían en el blanco del papel. Me fui para casa con el agrio gusto de la incertidumbre.

No sé qué hice al día siguiente. Ni al otro. Ni el de después.

Lo único que sé es que soy Certificador de Siniestros de la Aseguradora de Don Pérez. Vamos un espía venido a menos o para ser justos, que nunca vino.

11 comentarios:

  1. Jajaja, para ser espía uno tiene que tener mucho estómago, nunca sabes que te vas a encontrar. Y no te imagino escondiendo la nariz en el jersey cada vez que tuvieras que espiar al amante o "amanta" (jejeje) en el cuchitril de turno!
    Me ha hecho mucha gracia la cosa de las troncales... esgrima dices? la verdad es que el vestidito, florete incluido no es muy favorecedor.
    Y ser certificador de siniestros también tiene su gracia, siempre se pueden sacar deducciones a título personal de los porqués.

    Te imagino con esa frase de... elemental querido Watson!

    Besitos mediterráneos.

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    1. Gala;
      cuando escribía lo de la esgrima como asignatura troncal me descojonaba. Lo de emental querido Watson me encanta, has acertado!

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  2. Eh!!!!!! Que la esgrima mola!! jajaja Los nombre-clave de los certificadores de siniestros también empiezan por 00 como el de Bond? ;P

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    1. Speedy;
      lo de que la esgrima mola, mmmm no lo veo lo siento.
      los nombres-claves de los certificadores empiezan por An y acaban en Túnez o por Gon y terminan en Zález.

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  3. OMG!!!!! Un par de mesecillos fuera y te montas un picnic en el blog! Mola!!
    Voy a leer entradas :-)

    Besos, chico guapo!

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  4. Jajajajaja!!! Yo creo que el espía no se hace, nace. A lo mejor por eso no hay carrera ;-)
    Más besos!

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    1. Es posible pero creo CCC ofrece cursos de espía a distancia.

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  5. Espía? desde luego entre Inef , física o matemáticas a mi también se me habría antojado un dilema claro..Me muevo menos que los pinos y para colmo aún cuento con los dedos! jaja
    Besitos

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    1. Campanilla; sabes que hay calculadoras, no?

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    2. si.....Pero no sé qué queda peor, si contar disimuladamente con los dedos o sacar la calculadora, jaja

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