domingo, 2 de septiembre de 2007

corrupción en Mallorca

Salimos de Barcelona, perdón desde nuestro "gran aeropuerto" con una lluvia fina e intermitente lo que provocó que Audrey y yo nos abrigáramos en exceso.
Previamente, habíamos llegado a la terminal que estaba "llena hasta la bandera". Pero esta vez, no nos pilló el toro. Habíamos facturado por internet y nuestras maletas iban al avión con nosotros, así que nos dirigimos al "chiringuito de la poli".

Debo decir, que por primera vez desde hace mucho tiempo el vuelo salió sin retraso. El vuelo hasta Mallorca es más corto que muchos parones publicitarios de Tele 5 y Antena 3.

Campanilla y Cap. Smith nos acogieron de maravilla en su hogar. Unos anfitriones perfectos.
Desde que llegamos Campanilla nos había diseñado todo un plan de ruta y actividades para nuestra estancia en "s'illa".

Me gustaría mencionar al bueno de Serafín y a su hijo Elvis (por su tupé lleno de polvo aunque con un estilo a lo Memphis de los años 50). Serafín & Son. es la empresa encargada de reconstruir la "escalera del Everest" o escalera de la finca de Campanilla & Smith.
Serafín es el "capo", sus dientes de oro son como los galones en el ejército, denotan experiencia y años al frente de la empresa. Elvis, es su hijo pero también el heredero-aprendiz que no posee todavía ningún colmillo dorado pero se nota que lo acabará teniendo.

Aunque las tormentas se dejaron notar en horario nocturno, ello no nos privó de disfrutar de la costa y el mar "mallorquí".

Espectacular playa la de "Caló d'es Moro", aunque para aquellos que sean intrépidos y ágiles subiendo y bajando montañas a lo Spiderman como lo soy yo, recomiendo que no vayáis en chancletas... (playa recomendable fuera de temporada ya que es muy pequeña)

Debo decir, que lo que más me sorprendió fueron dos pueblos del interior de "s'illa".
Fornalutx, pueblo de media montaña con un restaurante más que digno. Ideal para huir del bullicio costero. Disfrutamos de una cena con la compañía de las gemelas "Pinki-Winki". Dos hermanas, amigas de Campanilla, que simplemente piensan y viven en otra dimensión (pero me reí mucho especialmente con la puesta en escena de Marta alias Pinki).
El otro pueblo en cuestión es Deià. Tranquilo y donde uno puede disfrutar de un paseo sosegado por sus tiendas. Sosegado y tranquilo siempre y cuando, Madame Audrey no te la líe en una tienda de juguetes.
" hay que ver, tan mayor ..."

en fin, 4 días fantásticos. Os debemos una chicos. Gracias por todo.

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