miércoles, 4 de marzo de 2009

hierba recién cortada

Me despierta una mujer joven, vestida de uniforme con su nombre bordado en el bolsillo de la izquierda. No alcanzo a leer su nombre. Me ha preguntado cómo me encontraba hoy.
Bien- respondo lacónicamente.
No me suena su cara, pero parece evidente que la mía le es muy familiar.
Desayuno madalenas con leche y pasas. Leo el periódico y no me suena ningún nombre ni de la portada ni de las noticias interiores. Me voy a la sección de opinión y leo un par de artículos buenos, muy buenos. El estilo me es familiar pero, de nuevo, miro el nombre de los autores y ni idea.
Suena el teléfono, lo cojo.
Hola papá, cómo estás?- me dicen desde el otro lado del hilo.
Mmmmm...ehhhh- balbuceo sin parar. Estoy aturdido, papá? Desde cuándo tengo una hija. No era consciente. Todo me suena raro como si fuera nuevo.
Medio distraído cazo al vuelo, la última frase que me dice mi "hija", vendremos a verte.

Cuelgo. Inmediatamente entra un hombre joven de unos 45 años, pelo engominado y acierto a ver el nudo italiano de su corbata que se esconde debajo de su bata.
Me saluda y me pregunta qué tal.
Me hace sentar y me enseña fotos, muchas fotos. Me pregunta si me suenan. Son fotos de personas de todo tipo, mayores, jóvenes, niños. Sus caras no me provocan recuerdo alguno. Eso me provoca agitación y frustración, creo que ya sé por donde va el "batero".

Me lanza un discurso interminable, no escucho, me ausento mentalmente. Al final, me impone que escriba lo que hago cada dia a modo de terapia.

Miro por la ventana. La abro. Me viene el olor a hierba recién cortada. Recuerdo esas tardes de verano cuando Josep, el jardinero, entraba en el jardín y me pedía que enchufara la máquina cortacésped y pelaba la alfombra verde. Mmm, qué recuerdos.

1 comentario:

  1. Me moal el toque Auster del relato... ya lo he dicho en otro blog; se está poniendo muy alto el listón!

    Listón viene de listo, ¿no?...

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