jueves, 3 de noviembre de 2011

qué hay de cena?

Hace frío. Mucho frío de hecho. Tanto frío que empiezo a sentir calor. El mundo es una contradicción pienso. De todas formas, este pensamiento no es nuevo para mí. Suele ser habitual que me venga a la cabeza sobretodo cuando supero los 6.000 metros de altitud.

Hace unos 20 años que me dedico a la escalada. Me encanta. Es lo que me ha mantenido vivo después de mi trauma. Perder lo que más quería en el mundo fue mortal, tanto que casi me arrastró al abismo.

En un momento de lucidez extrema entre tantas tinieblas, lo vi claro. Quería, tenía que acercarme más a ti. Conocí a Pedro, coordinador de “los Amigos del Yeti”, un club de escaladores muy exclusivo. Aún no sé porqué pero me admitieron.

He subido más de 10 ochomiles, con y sin oxígeno, con y sin sherpa, con y sin cabeza. He jugado siempre muy duro, de forma extrema dirían algunos. El chute de adrenalina en situaciones límite es lo que me ha mantenido a flote, lo que me ha acercado a ti. Siento que la distancia entre nosotros se ha ido acortando. Tanto que casi siento tu aliento en mi cara, aquí colgado a más de 7.000 metros en plena tormenta.

No podría ser más feliz.

8 comentarios:

  1. Yo creo que a 7000 metros todos sentimos gélidos alientos huracanados en las caras, algunos hasta tedríamos delirios.

    ResponderEliminar
  2. Que bonito. Pienso que la sientes cerca no porque esté en el cielo (yo en eso no creo mucho) (ni poco, la verdad), sino porque estás a punto de morir tu también, a 7.000 metros y en mitad de una tormenta.
    Un beso, y feliz jueves!

    ResponderEliminar
  3. Bueno es una manera de sentirte más cerca del cielo, pero creo que es solo eso, la sensación, que mientras te haga sentir bien, bienvenida sea.

    ResponderEliminar
  4. Oh vaya...
    cagada que no sé que decir... vendré cuando piense algo mejor que un simple oh vaya.

    ResponderEliminar
  5. Guuuuaaauuuuuu que buenísima entrada. Y la hierba que crece por allí arriba también es cojonuda por lo que veo.

    ResponderEliminar
  6. Qué texto tan bonito, sobre todo por lo que se adivina.

    ResponderEliminar
  7. Aina; cierto aunque me refería a un aliento cálido más que gélido.

    Lili; yo no creo en eso del cielo pero sé de buena tinta que hay gente que sí.

    Sandra; es la sensación del minuto antes de morir congelado.

    Pepis; aquí te esperamos pues.

    Pilis; no sé si me vacilas, probablemente sí.

    Rose; pues sí, lo que se adivina es que no van a aparecer los bomberos ni ningún salvamento milagroso.

    Merci;)

    ResponderEliminar
  8. Probablemente te esté vacilando, no lo sé, lo que está claro es que es un pedazo de entrada que será enlazada en mi blog y que yo también pillé que era el último aliento.
    ¿Sabes que yo hice escalada y mi "profe" era el hermano de un escalador super famoso que se mató haciendo una movida de esas de tirarse en parapente y se esnafró contra una roca?
    Ha sido una pasada de entrada, te lo había dicho ya?

    ResponderEliminar