martes, 23 de octubre de 2012

Ojos azules

El fluorescente chispea y tiene pinta que va a fallar en breves. Es uno de esos largos y antiguos que, probablemente, ya no estén homologados. Vete tú a saber qué componente mortífero lleva que puede amenazar seriamente la continuidad de la especie humana. El mundo se ha vuelto absurdo. Normas estúpidas promovidas por seres de índole similar. Gangosos hablando de quimeras cuando, mira tú por donde, el presidente de una asociación de protección de animales mata elefantes a tiros. Tiros que salen por la culata y van directos al pie. Pies con poco plomo, algún que otro euro y mucha cara dura.


Es hablar de cara dura y pienso ipso facto en eurodiputados. Curiosa relación, no? La culpa es de Morel, un personaje siniestro que envía mails denunciando que en la eurocámara se debatió hace poco sobre el hecho de que sus majestades (perdón, me he equivocado de párrafo), señorías (bueno este también aplica al de antes), sus miembros (no confundir con mafias chinas y sus conexiones) viajaran en turista en vez de business. Tan sólo unos pocos apoyaron la moción y la mayoría se negó. Hasta ahí nada nuevo. Lo preocupante era ver que con la diferencia de precio de un billete y de otro se podía pagar unas cuantas horas de un profesor. Es decir, cortamos educación pero volamos en business. Creo que no podría haber mejor definición de la situación.

Es pensar en educación y pienso en Alemania. Wert es alemán? No había unos caramelos con ese nombre? Bueno eran Werthers. Qué grandes palabras las suyas sobre los alumnos catalanes. Cuando pienso en ellas me vienen dos pensamientos a la cabeza: uno) “por qué no te callas?” que diría el Elephant Hunter y dos) la película “Los niños del Brasil”. Una peli dónde el prota realiza la clonación de 94 copias de un tal Adolfo e intenta que cada uno de los niños tenga las mismas experiencias en la infancia que Adolfo, para recrear su psique, hacer un nuevo Adolfo y restablecer un régimen nazi.

Curiosa relación la de España y Alemania. Lo mejor, sin duda, Oktoberfest!

“Aaah, ya me ha pinchado?”- le digo a la enfermera.

“Lleva usted bajo los efectos de la anestesia un buen rato”- dice ella.

“Mmm.., he hablado en voz alta?”- le pregunto algo aturdido.

“Aha, es usted un buen orador. Polémico pero bueno”- sonríe ella y girándose de tal forma para que yo pueda ver su apellido bordado en la bata: “A. Wert”.

“De qué color tengo los ojos señorita?”- alcanzo a preguntar.

Y se va, con una sonrisa malévola.

6 comentarios:

  1. Me gustan tus relatos idos de pinza. Es un ido controlado, está en el filo y nunca cae en lo incomprensible.
    Me ha gustado este post.
    Y me encanta lo de siniestro, creo que lo usaré en breve.

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  2. Es q faltaba yo, ahora tenemos aforo completo o por lo menos, ya estamos los mejores, y dime q no y te españolizo!
    Estoy con Morel, el relato es buenísimo! Y como siempre, un final perfecto eso sí, si ya incluso anestesiado dices tonterías, háztelo mirar (jajajajajaja)

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    1. Pilis; somos pocos pero honrados, jajajaja!
      Y sí, probablemente esté más cuerdo anestesiado,... gajes del oficio!

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  3. Ohhh, es genial!!! Que bien enlazas una ida de ola con otra :-) No sabía lo de los eurodiputados, aunque ahora que digo que no..., creo que sí, que algo oi..., pero pienso en eurodiputados y me cabreo... Mejor no pienso, no? Y si pienso en no pensar, por qué se me viene a la cabeza la idea de que las cosas van mejor? Mmmm..., no sé, creo que he tenido una especie de viaje astral y he entrado en el cuerpo de una tal Báñez, Fátima Báñez...
    Vale, ni pienso ni no pienso, mejor sigo leyendo...
    :-)
    Un beso enorme!!!

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    1. Lili; gracias por ahondar en el sentimiento general de que estoy más pá allá que pá acá!! Yo, cada vez que veo Salvados me pongo de muy mala leche,... Sigue leyendo y gracias.

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