viernes, 8 de marzo de 2013

Tragedias domésticas

Leo la nota de nuevo con lágrimas en los ojos. Ese trozo de papel raído de cualquier manera que denota unas prisas enormes y una ansiedad sin parangón. Lo puedo llegar a entender pero no por eso dueles menos. Probablemente duela más porque en su fuero interno, un servidor (que ha servido más bien poco en las últimas lluvias) sabe que el riesgo estaba ahí y dejé que el tiempo fluyera cual agua en el manantial divino.


Una lagrima se escurre y salta al vacío en busca de una piscina mejor pero se topa de bruces con el suave almidón del papel de la nota. Una almidón que si mal no recuerdo es reciclado y que proviene de Brasil y le confiere una textura más “gayer” que diría Alf a mi realidad más inmediata.

No más de veinte palabras, ordenadas cuidadosamente con guiones que marcan el fin de una era. Comprendo que ya no hay marcha atrás, la vida se va a tornar oscura. Y eso, duele. Me siento en el taburete ya que necesito recobrar el aliento. Un buen abogado argumentaría que me lo han robado con “diurnidad” y más bien poca alevosía.

Ya está. Es definitivo. Lo asumo. Me levanto y cojo el carro.

Me has mandado a hacer la compra. Todo son productos biológicos y bajos en sal.

Ni cerveza, ni yogures molones, ni ese quesito curado acompañado de un jamoncito sabroso. Me lo has quitado, nos lo has robado.

Arrastro los pies en signo de protesta y derrota.

Sigo llorando.

8 comentarios:

  1. Jajaja, que te pasa? te salió colesterol?
    Me gusta como escribes porque cuando empiezas a leer te haces una idea de cómo va la cosa, pero resulta que nada tiene que ver con el desenlace final, y eso, tiene mucho mérito.
    Al principio pensaba, ay pobre! que le dejó la novia! pero luego te adentras en el tema y no sé, tal vez esté equivocada,pero eso de los productos biológicos y bajos en sal me ha dado otra idea de que si te toca comer aburrido es que algo pasa con la salud.
    Los médicos es que no tienen piedad...

    Y por deformación de oficio te diré que me encantó eso de la "diurnidad" y sin alevosía, aunque no estoy segura de que no haya alevosía, si es el colesterol, como a mi me parece, el colega funciona sobre seguro y contra las personas, con lo cual alevosía haberla hayla... como las meigas.

    Date un caprichito de vez en cuando... los yogoures molones no pueden faltar. Y una cañita... sin que nadie te vea.

    Beso. Mediterráneo.

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    1. Gala; tu comment es más largo que mi post, se nota quien tiene facilidad de palabra!!
      Nada malo con mi salud (o eso creo), es ficción así que hoy me tomaré mi cañita de los viernes!!
      Lo de diurnidad mola, se me ha ocurrido y tenía que meterlo como fuera.
      Besos;)

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  2. Truco express, Ten siempre a mano la casa de un amigo, entre el súper y tu casa, donde dejar las cosas que te compres en capricho, alega siempre que tu amigo te llamó de camino y decidiste pasar. Pide SIEMPRE tickets separados, y sobre todo deja sitio para lo que luego tengas que comer en casa propia! jaja No sabes cómo te entiendo!

    Besitos

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    1. Campanilla; tú eres un master del "teje-maneje", muy buena tu estrategia. Te tomo la idea.
      Gracias por pasarte.

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  3. Muy bien transmitida la tristeza y la desolación de la desgracia... :D Me alegro de que sigas escribiendo ficción y te tomes una caña hoy!

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